Este trabajo personal nace por la necesidad de ayudar a una persona que necesitaba vender la casa que había sido su hogar durante muchos años.
Si además sumamos el factor «familiar/amistad» a esta necesidad, para nosotros ha sido una de las operaciones más estresantes y a su vez más gratificantes desde que llevamos gestionando ventas de viviendas como Servicios Inmobiliarios Notario.
Las viviendas unifamiliares siempre han sido núcleo de familias grandes y con innumerables vivencias. Pero este tipo de viviendas, con el paso del tiempo, se convierten en muchos m2 para mantener y con poco disfrute, ya que los miembros de la familia, con los años, van haciendo su vida de forma individual.
Y aquí comenzamos este largo camino de 6 meses, que en algunos momentos se convirtieron «eternos».
Comenzamos la comercialización el 3 de agosto, fechas no muy aconsejables para iniciar la venta de viviendas por el periodo vacacional de casi todas las personas residentes en Madrid.
Inesperadamente empezamos a tener buen ritmo de visitas a la vivienda y el 16 de agosto tenemos la visita de Guillermo y Rebeca que nos hicieron dar el primer paso de esta experiencia. Guillermo y Rebeca llevaban viendo casas en esta zona determinada y les encantó la vivienda.
Ellos eran una familia perfecta para dar relevo a esta estupenda casa y llenarla, otra vez, de vivencias. Pero todo no podía ser idílico, para que ellos compraran la casa debían vender su piso.
Guillermo y Rebeca confiaron en nuestra forma de tratar a nuestros clientes y después de ver su piso y hacer una valoración, nos encargaron la gestión de su piso. Y así, firmamos las arras de la venta de la casa.
Lo primero que debíamos hacer era solicitar la descalificación de VPO que tenía el piso. Iniciamos el procedimiento que nos marca la normativa de Viviendas de Protección Pública de la Comunidad de Madrid.
Previo a esta solicitud, examinamos la escritura de compraventa y vimos que el Real Decreto al que estaba acogido el piso permitía esta descalificación voluntaria. Sabíamos que el plazo para hacer todo este trámite era de 3 meses.
Mientras tanto, iniciamos la venta del piso. El ritmo de visitas era bueno pero no terminábamos de cerrar arras por distintos motivos.
Llegó diciembre y pudimos realizar la descalificación registral de VPO. El piso ya era LIBRE de protección. Los días pasaban, seguíamos realizando visitas pero no se cerraba la venta del piso y ambas partes empezaron a tener dudas sobre la operación.
Se nos acaba el plazo de arras de la casa, de repente el Euribor empieza a subir de forma rápida y todo indicaba que no se acabaría de terminar la compra de la casa y la pérdida de las arras.
Pero no hay nada mejor que hablar y comunicarse con los clientes. Se ajustó un poco el precio de compra de la casa, se bajó el precio de venta del piso y se amplió un poco más las arras de la compra de la casa.
RESULTADO: Encontramos comprador para el piso y las fechas cuadraban perfectamente!!!!
Finalmente pudimos vender el piso y que Guillermo y Rebeca pudieran comprar la casa con la que habían soñado desde hace tiempo.
Fue estresante, trepidante, ilusionante, y finalmente una experiencia muy gratificante.